Orlando Times News
Luis Cones.-
Existe una creencia en el mundo de las ventas en la que nadie se resiste a un regalo. Eso puede ser cierto, pero ¿será valorado por los clientes?
Lo pregunto porque disfruto muchísimo ir al cine. De hecho, es una de las cosas que más he extrañado durante la cuarentena impuesta por la pandemia del Covid-19. Lo más sorprendente es que hace unos años, hice un convenio con una cadena de cines en Venezuela, que me permitía ir de manera ilimitada al cine. Y adivina qué…
La primera semana fui casi todos los días, la segunda solo un par de veces y después de la tercera no fui más. Y a pesar de que no fue un regalo porque lo estaba pagando de alguna manera, las entradas no tenían el mismo valor para mí.
Ahora revisemos este caso, el alcalde recién elegido de un pueblo en España decidió tener una consideración especial con la comunidad de agricultores y les regaló maquinarias, fertilizantes y demás insumos para hacer producir la tierra. Un año después cuando realizaron la auditoría se dieron cuenta que no hubo mayor avance, comprobaron que casi todas las maquinarias estaban fuera de servicio porque habían sido vendido por partes, encontraron fertilizantes que jamás fueron utilizados e insumos deteriorados por falta de uso.
El siguiente alcalde también había prometido que de ser electo iba a contribuir con el desarrollo de la agricultura local. Al ganar las elecciones, lo primero que hizo fue censarlos, los clasifico de acuerdo a su nivel de producción y les dió la posibilidad de recibir financiamientos basados en esa clasificación. Esta medida cambió por completo la mentalidad de los trabajadores de la tierra, comenzaron a valorar cada centavo que recibieron y le sacaron el máximo provecho a las tierras.
En ese mismo orden de ideas, te pregunto: ¿Cuánto vale tu trabajo? Últimamente, he visto como emprendedores aquí en Orlando, han optado por reducir considerablemente los precios de sus productos e incluso, regalar su trabajo con el propósito de mantener a sus clientes. Veo que la mayoría lo hacen sin una estrategia que respalde esta medida, más bien lo hacen porque sus competidores lo están haciendo. Si te está pasando esta situación, te invito a que realices el siguiente ejercicio para que determines cuánto debes cobrar por lo que haces.
Define cuánto quieres ganar al año. Divídelo entre 12 meses para saber el ingreso mensual. Luego divídelo entre 20 o 25 días dependiendo la cantidad de días productivos y allí obtienes el ingreso diario. Posteriormente, divídelo entre la cantidad de horas productivas 8, 10 o 12. Con eso obtendrás el valor de tu hora.
Si a eso le sumas el tiempo que has dejado de compartir con tu familia, lo que has invertido en capacitación y las horas de sueño que has perdido, seguramente no querrás regalar tu trabajo más nunca.
Y aunque lo hagas, difícilmente los clientes le van a dar el valor que merece. Por tanto, en la próxima entrega te mostraré algunas técnicas de ventas que le darán la sensación de regalo a los clientes y al mismo tiempo no golpearán tus finanzas.
Por ahora, te invito a que disfrutes de este contenido en el formato audiovisual en mi canal Youtube.com/LuisCones o en instagram.com/LuisCones